viernes, 6 de junio de 2014

En, por y para la memoria de tres Leyendas: "Martín, Rojas y Sanroma"

En una generación, la de los `70s, de auténtica leyenda del ciclismo español y mundial, hasta el momento poco reconocida y que con el paso del tiempo añoraremos en España, no sólo los aficionados al ciclismo, sino, al deporte en general.
Una generación que por número y calidad es hasta ahora la mejor que ha tenido este País  y que posiblemente no se vuelva a repetir, al menos, que yo lo vea. Con nombres como, Olano, Chava, Sastre, Astarloa, Beloki, Freire, S. Sánchez y Purito entre otros muchos...
Hoy queremos destacar a tres que sin duda ninguna hubieran hecho historia pero que por su temprana y dolorosa muerte, además de por los anteriormente nombrados, (imaginar la generación de los ´80s sin Valverde, Contador y otro que no se quien puede ser) son vagamente recordados, lo cual, personalmente me parece una injusticia y por eso me gustaría leyerais como se había empezado a forjar sus truncadas leyendas. 

Antonio Martín (Torrelaguna, Madrid, 24 de Mayo de 1970 - 11 de Febrero de 1994).
la gran promesa del ciclismo español, falleció a los 23 años. Un camión le embistió con el espejo retrovisor cuando se entrenaba junto a un amigo en una carretera cercana a su domicilio en Torrelaguna (Madrid). Cuando volvía de uno de sus entrenamiento para acumular kilómetros preparando el principio de temporada.
Antonio Martín nació como figura en la Volta de 1992. Entonces fue tercero y el único que pudo aguantar a Induráin y Rominger. Su confirmación, lo que le dio la etiqueta de gran promesa, se produjo el Tour del 93. Quedó 12º y se llevó el premio al mejor joven siendo debutante. Su proyección y su contratación por el Banesto dejaron en manos del director José Miguel Echávarri lo que él llamaba "el pasado, el presente y el futuro del ciclismo español: Delgado, Induráin y Martín".
Antonio Martín junto a Olano estaban señalados para ser los estandartes de nuestro ciclismo tras la retirada de Indurain. Corredores como Pantani, Berzin, Bartoli, Armstrong, Virenque, Rebellin, entre otros nacidos año arriba o abajo, gente toda ella que destacó desde bien pronto en profesionales y que acabaron en su mayoría teniendo carreras deportivas verdaderamente fructíferas... y de entre los que sobresalió Antonio destacando antes que nadie y haciéndolo ante los mejores corredores y en los mejores escenarios.
Muchos decían entonces que Martín era el nuevo Perico, que con el corredor de Torrelaguna se vislumbraba un futuro aspirante a dominar el ciclismo de las grandes vueltas una vez acabara el reinado de Miguel Indurain. Y así tenía que haber sido. Un corredor que además de gran escalador, era un aceptable contrarrelojista y excepcional fondista. Con su pérdida nos perdimos uno de los duelos que habrían hecho historia con el Pirata Marco Pantani, auténtico rival natural de Antonio.
Descanse en Paz.

Mariano Rojas ( Cieza, Murcia; 12 de Junio de 1974 - Murcia 23 de Junio de 1996).
Profesional desde 1994, en tan sólo dos temporadas y media dio numerosas muestras de su valía como corredor. Dominaba tanto en la contrarreloj como en la montaña, su estilo y forma de correr recordaba a Alex Zuelle compañero de equipo, pero un accidente de trafico acabó con su vida cuando estaba considerado como una de las grandes promesas del ciclismo español.
El viernes 21 de junio de 1996, Mariano se disponía a acudir a los Campeonatos de España, pero una curva se cruzó en su camino cuando su coche chocó frontolmente contra un camión en un cambio de rasante, cerca de Archena. Todos sus sueños se esfumarían ya que dos días después moría en el hospital como consecuencia de una insuficiencia respiratoria.
Mariano Rojas, había debutado como profesional con el equipo de la ONCE en 1994. Desde entonces se había distinguido con un cuarto puesto en el Midi Libre y en el Tour del Porvenir de 1995 la temporada siguiente, 3º en la Vuelta a Valencia, 12º en la París-Niza y 2º en el Circuito de La Sarthe.
El Tour de 1995 lo lanzó a la fama. Mariano Rojas era el ciclista más joven en tomar la salida con 21 años, consiguió la proeza de estar en el top10 de la clasificación general. Una desafortunada caída bajando el Tourmalet le hizo abandonar cuando iba en el grupo de cabeza, pero su actuación había sido suficiente para que el mundo del ciclismo se fijase en él, en un año que, a la postre, supondría la última victoria de Miguel Indurain en el Tour, y en el que ya empezaba a buscársele sustitutos. Saiz decidió incluirlo en el nueve del equipo Once para que pasase los diez primeros días de competición al más alto nivel, conociese un poco la carrera y se fuese para casa, pero las ganas y la fuerza de Mariano hicieron que su director de equipo cambiase de opinión y le dejase seguir.
Para mi el Tour hubiese sido su carrera, haciéndonos disfrutar con duelos cara a cara con Ullrich y Armstrong, es más, me atrevo a decir con convencimiento absoluto que sino es por su muerte nunca se hubiese conseguido su record este último.
Todos los años se le homenajea en un Memorial que se celebra por tierras murcianas y en el que participan los mejores ciclistas de las categorías Élite y Sub-23. Su hermano José Joaquín Rojas ha recogido su testigo y es profesional desde el año 2006.
Descanse en Paz.

Manuel Sanroma (Almagro, 9 de Mayo de 1977 - Barcelona, 19 de Junio de 1999).
El 19 de junio de 1999 ha quedado grabado como una de las fechas más trágicas del ciclismo Español. Aquel día, alrededor de las cinco de la tarde, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), uno de los mejores esprinters surgido hasta la fecha en nuestro país. Manuel Sanroma perdía la vida a más de 70 kilómetros por hora, en pleno esprint durante la Volta a Cataluña. A sus 22 años ya podía presumir  de un palmarés de lujo batiendo incluso al por entonces invencible Mario Cipollini. Sufría una terrible caída, estrellaba su barbilla con un bordillo y fallecía de forma casi instantánea, un brutal golpe al que sólo se exponen los más valientes..
Sanroma había pasado de ser un prometedor esprinter, a ser la gran esperanza nacional de este deporte. Después de 40 años de sequía de hombres rápidos en el pelotón español, desde el último gran velocista puro que hemos tenido, Miguel Poblet. Apenas llevaba un año en el pelotón profesional, pero Lolo, como era popularmente conocido, no dejaba indiferente a nadie. Uno de sus directores, Maximino Pérez, se apostó con él un coche a que no conseguía cinco triunfos en un año. A las pocas semanas, Manolo Sanroma estrenaba coche.
En sus primeros meses se adjudicó tres etapas en la Vuelta a Venezuela. Después, también alzó los brazos en la Vuelta al Alentejo (cuatro etapas) y en la Vuelta a Asturias (dos etapas), pero el triunfo que le proporcionó pedigrí fue el de la Vuelta a la Comunidad Valenciana, ante el mismísimo Mario Cipollini.
El italiano contaba con un gran “treno” para lanzarle, famoso por acobardar a sus rivales, casi tanto por su frenético ritmo de lanzamiento en sus últimos metros, como por sus artimañas. Aquel día, el gran Mario fue lanzado, pero, sorpresa, alguien parecía hacerle sombra. Un menudo e imberbe ciclista que vestía unos colores poco reconocibles a este nivel. Sí, era Manuel Sanroma. Cipollini intentó cerrarle contra las vallas en la llegada masiva y de esa accion habría nacido una gran rivalidad. ¿Por qué un grande del ciclismo como Mario se enfrentó así con Lolo? fácil, vio lo que se le venía encima y que igual el de Almagro terminaba con el indiscutible reinado del Rey León. "Eres un truhán. Eso no se hace, parece mentira que venga de alguien de tu talla a hacerme esto", le replicó Lolo a su idolatrado Mario nada más cruzar la línea de meta. Aquel día, como si de una profecía se tratase, hizo una advertencia: "A 70 kilómetros por hora hay toques que pueden provocar caídas muy graves". Pocas horas después, el propio Cipollini reconocía su error, le pedía perdón a Sanroma y comenzaban la siguiente etapa saludándose a cola de pelotón.
Manolo Sanroma dejó su sello de esprinter temido, valiente y respetado. Su calidad y su valentía eran sus mejores avales para seguir creciendo y convertirse en una leyenda. Y en ese camino, a su paso por Vilanova i la Geltrú hace hoy quince años, se dejó la vida y con ella sus sueños de triunfar y a los aficionados de verlo y disfrutar de un hombre rápido que aportara victorias en las interminables etapas llanas de las grandes rondas, que como hemos visto en este tiempo transcurrido, seguimos huérfanos de alguien como él.
Descanse en Paz.





Escrito por:
@DLChanels

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