La quinta etapa de
la presente edición del Tour de Francia estaba marcada en rojo en el calendario
de todos los ciclistas del pelotón, así como también en el
de todos los aficionados a este gran espectáculo que es la ronda gala.
La organización
decidió hacer una etapa en homenaje una vez más a la París-Roubaix con varios
tramos finales de pavés, nueve exactamente que hacían un total de 15 kms,
aunque al final se decidió eliminar dos sectores, dejándolo finalmente en
siete, debido al gran riesgo de caídas por las condiciones meteorológicas.
Una de las imágenes del día |
No es la primera
vez que se corre sobre este terreno, ya se ha corrido en más de una ocasión
sobre los temidos pavés en el Tour, las últimas, eso sí, sobre seco, exactamente
en los años 2004 y 2010, esta última con la caída de Frank Schleck donde se
rompió la clavícula y acabó abandonando la carrera.
Una etapa en la que
no se decidirá el ganador del Tour, pero si se puede decidir quien la perderá,
como dijo en una entrevista previa en el mes de abril el actual campeón del
Tour de Francia, el británico Chris Froome.
El “miedo” empieza
a apoderarse del pelotón cuando dos o tres días antes de la etapa la predicción
del tiempo no es la mejor para la carrera, la cual pronostica lluvia para todo
el día, como así fue finalmente.
La Paris-Roubaix es
la clásica por excelencia, se celebra en el mes de abril y es una de las
carreras más duras que existen a nivel mundial, por no decir la que más,
sobretodo si la climatología no acompaña. De hecho, es conocida como 'El
Infierno del Norte'.
Diez años
consecutivos lleva esta gran clásica sin que caiga ni una sola gota y nos
presentamos en la presente edición del Tour con las peores condiciones
meteorológicas que se podían llegar a dar. Ya lo dijo el catalán Joaquim
'Purito' Rodríguez en uno d sus tweets: “Una cosa, en 10 años de Roubaix no ha caído ni una gota y vamos a ir 4
peregrinos mal avenidos y nos vamos a mojar??”. Pues sí.
Una jornada que ha
sido muy criticada y alabada. Son muchísimos los comentarios que se han escrito
y oído al finalizar la etapa, positivos y negativos, constructores y
detractores. Una etapa que dejó un índice de audiencia espectacular para la
organización y cientos de artículos periodísticos de gran interés, y también dejó
un espectáculo, como se suele decir, "puro y duro" para el
espectador.
Pero el precio que
tuvo q pagar el Tour fue caro. El gran duelo Froome-Contador que todos
vaticinaban y esperaban, sobre todo con la llegada de la montaña, se fue al
traste por el abandono del último vencedor, Chris Froome, que bien es cierto,
ya venía tocado en una caída en la etapa anterior donde salió muy mermedo de
una de sus muñecas.
Vincenzo Nibali - Alberto Contador |
El italiano Vincenzo Nibali fue el gran beneficiado, ya que tal vez consciente de sus posibilidades en la montaña frente a Froome y Contador, decidió arriesgar más que nadie, jugándose así una baza muy valiosa que tal vez sea definitiva para el devenir final de la carrera. Y es que para ganar hay que arriesgar. Sí señor, valiente el Tiburón, como es apodado por los tifosis.
Y en la otra cara de
la moneda tenemos a Alberto Contador, el cual optó por tomar precauciones,
excesivas quizás, como se pudo apreciar por las imágenes de televisión nada más
entrar en el primer sector de pavés, con muchísima precaución y descolgándose
del grupo en el que se encontraba, llegando a perder al final de la etapa
respecto a Nibali nada más y nada menos que 2’36”. Sin duda, pensando más en la
general que en la etapa, algo que le puede costar muy caro.
Así pues, la
carrera ha perdido gran parte de su aliciente y esplendor, aunque también es
cierto que ha ganado emoción con un nuevo duelo que pocos esperaban, ya que
nadie sabe si el italiano podrá llegar a conservar la diferencia que tiene con
respecto al ciclista madrileño.
La única cosa que
parece quedar clara en la quinta etapa de la presente edición del Tour, es que
el espectáculo estuvo garantizado.
Es cierto que con
una etapa de estas características en uno de esos tramos puede saltar por los
aires el trabajo de todo un año y el presupuesto de un equipo, pero también es
cierto que el ganador de la ronda gala debe de ser un compendio de todas las
disciplinas ciclistas: montaña con sus ascensos y descensos, contrarrelojes individuales
y por equipos, y por supuesto también… el pavé, por qué no?
Escrito por:
@Toni_Calvo
Genial artículo tonino, me encanta como escribes. Un abrazo
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